PLENITUD
DE VIDA
Brille el Sol o la lluvia arrecie,
los campos floridos permanecen,
día tras día, la naturaleza pródiga,
invita a vivirla con sana sabiduría.
Lo humano, siempre humano ignora,
la grandiosidad positiva del amor,
endógeno sublime en su existencia,
sin confines, con permanencia plena.
En ella todo es brillo
de esperanza,
de ilusiones, de afectos y de gloria,
del futuro esperado por generaciones,
hacia la conquista del mundo eterno.
Conquistarla no sólo es violentarla,
conquistarla es vivir y morir con ella,
es conducir el espíritu hacia otros lares,
en los que impere siempre la continuidad.
En los espacios sin fin de lo inesperado,
en los infinitos campos de inmortalidad,
en el encuentro perenne de los seres,
que lograrán la virtud de vida ilimitada.
JUSAVÍ.
Chachagüí, 3 de Mayo del 2014.
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