NO VANA REFLEXIÓN
Qué no daría por detenerme,
pero el tiempo y el espacio me lo impiden. Sin ellos, quizá todo sería más
fácil, hasta determinaría el instante de mi muerte. Pero continúo y sigo
adelante, no son muchos, ni difíciles los senderos. Todo lo contrario son hermosos,
rodeados de flores exóticas, de plantaciones múltiples. Árboles, plantas
medianas de variados coloridos y también maleza que acolchona el empedrado.
Durante el día, en muchas
horas brilla el Sol y a veces calienta demasiado, pero hay que aceptarlo, es la
luz infinita de la naturaleza, que nos brinda vida y fortalece, incluso
nuestros espíritus, cuando desolados están. Sin él nada sería posible, Pacha
Mama no existiría, la vida desparecería.
Sigue el camino sin descanso,
llega la noche, brillan las estrellas, sus rutas son infinitas, jamás se
detienen, galaxias enteras absorben su vida, constituyen la esperanza de
quienes se cobijan con su abrigo, jamás desaparecen, las nubes solamente oponen
su oscuridad o su materia, clara y plena de remolinos, pero incapaces de cambiar o ultrajar su rumbo.
Todos los días y todas las
noches son diferentes, el Sol y las estrellas también, la obscuridad, la
claridad, la vida, las vivencias, las experiencias, incomparables, viven el
contexto infinito del concepto cósmico, nada es igual a nada y hay que
atreverse a dudarlo, el Ser es único, no hay esperanza de cambiarlo, tal vez de
modificarlo, dice el hombre, el filósofo, por EL DEBER SER.
Busquemos, entonces ese, no
importa que la lluvia arrecie, que sea otro día, que el sendero, paso a paso
cambie su espacio, que aparezcan otros y que haya que escoger, que confunda el
terreno, que enloden las botas, que hiera el frío, de todos modos hay que
vencer. ¿Por qué no? Si no hemos negado que todo es posible.
Pero hay que descansar, la
humanidad no se puede negar, tiene calor, tiene frío, tiene sueño, es un simple
ser, bajo el inmenso espacio de la existencia. Moriría de no hacerlo y ahora
importa llegar, el camino es largo, la ruta impredecible, el objetivo
desconocido, quizá esté en procura de la vida espiritual y hay que vivir mucho
para lograrlo.
Es hermoso soñar cuando el ser
procura la existencia eterna, cuando vive para vivir indefinidamente, cuando no
debe morir, cuando su existencia es otra, cuando, después de la lucha viene el
triunfo, cuando el despertar será otro, distinto al de su camino, pero
apropiado a su triunfo.
Aquí está, al fin despierta,
más feliz que nunca. Todo sucedió y no perdió. Sus esperanzas se están
logrando, sus ilusiones son reales, son parte de la realidad eterna, el cambio
es notorio, la vida continúa, la muerte no ha llegado, en verdad es preciso
seguir viviendo.
Desapareció el físico sendero,
los senderos del ensueño, ahora es hoy, estamos vivos, despiertos también. Ha
llegado la hora, se acabó el año, viene otro, vendrán más, nada distintos, solo
años. Solo nosotros, solo los crueles científicos los confundirán, los haremos
diferentes y la Naturaleza nunca perdonará. Esperemos ¿Qué pasará?
DOLOROSO PENSAMIENTO.
JUSAVÍ.
Chachagüí, 29 de diciembre del
2014.