ESCRITURA
Y AMOR
Cuando todo ha transcurrido ya en la vida,
sólo los senderos del amor y de la escritura,
de cuando en vez, se asoman al espíritu,
y renuevan la juventud perenne de la pluma.
Los incesantes días de la ternura y del cariño,
como flores que adornan los jardines del alma,
aparecen a cada instante por doquier,
hijos, nietos y biznietos constituyen el amor.
Pese a los difíciles pasos a diario recorridos,
cómo negar la satisfacción de ser amado,
consentido, exaltado y dulcemente comprendido,
con el enorme impulso a vivir eternamente.
Es la hora del tiempo que no permite detenerse,
es el momento eficaz de volver a vivir un mundo,
pleno de ilusiones, de esperanzas y de triunfos,
y en los aires del pasado volver a los recuerdos.
JUSAVÍ.
Chachagüí, 2 de Diciembre del 2014.
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