LA CORPOREIZACIÓN DEL CONCEPTO CÓSMICO




       LA CORPOREIZACIÓN DEL CONCEPTO CÓSMICO

Para poder reflexionar, de la mejor manera, sobre este concepto, es preciso tener en cuenta que científicamente está establecida la existencia de múltiples universos en el cosmos infinito, omnipotente, quizá sin principio ni fin, espacios en los que no se puede negar la vida.

A ese concepto incorpóreo se le puede denominar de diferentes maneras, en el caso de la tierra, dándole la forma humana, tal cual es el ser que la habita. Consecuente con esto y de conformidad con las culturas existentes, es DIOS O JEHOVÁ O ALÁ, etcétera.

Consiguientemente con esta apreciación no es equivocado aceptar la transferencia cósmica al planeta tierra, o dicho de otro modo, la proyección de Dios en Jesús humano, hacia el cumplimiento de acciones que, mucho se ha estudiado, fue su competencia como ser humano de origen celestial.

Jesús es entonces terrestre, no se puede aceptar como habitante, también, de otras galaxias en las que la vida de seres, tal vez, de mente avanzada requiriese, de ser necesario, la proyección o transferencia cósmica.

Quienes oportunistamente, esto es, sectas o religiones o iglesias, utilizaron su nombre para la creación de las mismas, lo han hecho sólo con el interés de manejar de nariguera a los diferentes pueblos del mundo. Valga recordar en este instante la frase de Marx o de Engels “La religión es el opio de los pueblos”

“La famosa frase que afirma que “la religión es el opio del pueblo” está tomada en tantas otras, de Bruno Bauer (1809-1882), amigo personal de Marx y miembro de la izquierda hegeliana. El sentido de la misma es manifestar que las religiones eran como sedantes o narcóticos que creaban una felicidad ilusoria en realidad, como la sociedad; drogas que contribuían a evadir al hombre de su realidad cotidiana; prejuicios burgueses detrás de los que se ocultaban los verdaderos intereses del capitalismo. Marx combatió la religión degradada de su tiempo porque creía que alienaba al ser humano y no satisfacía sus verdaderas necesidades; pensaba que tal religión sólo servía para persuadir a los individua famosa frase que afirma que “la religión es el opio del pueblo” está tomada en realidad, como tantas otras, de Bruno Bauer (1809-1882), amigo personal de Marx y miembro de la izquierda hegeliana. El sentido de la misma es manifestar que las religiones eran como sedantes o narcóticos que creaban una felicidad ilusoria en la sociedad; drogas que contribuían a evadir al hombre de su realidad cotidiana; prejuicios burgueses detrás de los que se ocultaban los verdaderos intereses del capitalismo. Marx combatió la religión degradada de su tiempo porque creía que alienaba al ser humano y no satisfacía sus verdaderas necesidades; pensaba que tal religión sólo servía para persuadir a los individuos de que el orden actual de la sociedad era aceptable e irremediable y, por tanto, desviaba sus deseos de justicia y felicidad del mundo humano al mundo divino…”

Algunas de estas sectas pretenden, en la pseudo aceptación de la vida extra-terrestre, plantear que Jesús podría ser o no universal y de no serlo, acabarían sus religiones, las que muchos las piensan universales. Para mayor claridad al respecto, qué mejor que traer a colación el texto:


“¿El descubrimiento de vida extraterrestre invalidaría el cristianismo?
19:17 2 comments
  En un libro reciente, Religions and Extraterrestrial Life, David Weintraub informa lo que distintas religiones dicen respecto a la posibilidad de vida extraterrestre. En su informe, Weintraub documenta que casi todos los grupos cristianos están abiertos a la posibilidad de vida extraterrestre, y no considerarían fatal para sus alegatos religiosos el descubrimiento de vida extraterrestre inteligente. Las excepciones son los evangélicos fundamentalistas y los Testigos de Jehová, quienes insisten en que no puede haber vida extraterrestre, de lo cual se deriva (pocas veces de forma explícita), que el descubrimiento de alienígenas invalidaría el cristianismo.

            Para los cristianos que sí están dispuestos a aceptar la posibilidad de vida extraterrestre, aparecen algunos problemas. ¿Tienen pecado original los alienígenas? En caso afirmativo, ¿la muerte de Cristo los redimió del pecado?, y ¿es necesario predicarles el evangelio? Frente a estas cuestiones, estos cristianos básicamente tienen  tres alternativas: 1) Negar que los extraterrestres tengan pecado original; en virtud de ello, no les fue necesaria la muerte de Cristo, y no es necesario predicarles el evangelio. 2) Aceptar que los extraterrestres tienen pecado original, en vista de lo cual necesitan la redención mediante la muerte de Cristo, y requieren de la predicación del evangelio. 3) Aceptar que tienen pecado original, pero que Dios tuvo otra encarnación para ofrecerles la redención en su mundo, en vista de lo cual no sería necesario predicarles el evangelio.
            Yo veo problemas en cualquiera de las alternativas, como ya las vio en el siglo XVIII, el racionalista Thomas Paine. Si se niega que los extraterrestres tengan pecado original, y que por ende, no necesiten del cristianismo, entonces se estaría negando el carácter universal de esta religión; el cristianismo sería más afín a una religión tribal que tiene aplicabilidad en una pequeña parroquia, pero no en el universo entero. Cristo sería el salvador de la humanidad, apenas una esquinita en un vasto universo que no necesita de él. Cristo sería algo así como un pequeño sargento que comanda una tropa, pero de ninguna manera el ejército entero.
Además, la posibilidad de que los extraterrestres no tengan pecado original deja mal parados a los propios cristianos que tratan de conciliar la ciencia con el cristianismo. Pues, según estiman, los extraterrestres no tendrían pecado original, en tanto no descenderían de Adán y Eva. Con esto, estos cristianos parecen asumir que Adán y Eva eran personajes históricos, algo absolutamente incompatible con la teoría de la evolución (insólitamente, muchos de estos cristianos asumen que su religión no contradice la teoría de la evolución, pero siguen aceptando al Adán histórico).
Si se acepta que los extraterrestres tienen pecado original, y que necesitan de la redención de Cristo, también aparece un problema. Pues, se estaría exigiendo que los extraterrestres asuman a un personaje muy, muy distinto a ellos, como su salvador. Los extraterrestres estarían en la extraña posición de tener que adorar a un personaje que para ellos, sería tan distante como para nosotros es, supongamos, una cucaracha. Sería muy extraño para nosotros adorar a E.T. como nuestro redentor; un mínimo ejercicio de empatía debería conducirnos a pensar que para los extraterrestres, aceptar a Cristo sería igualmente extraño, e incluso, repugnante. Asumir que los extraterrestres necesitan a Cristo sería tremendamente antropocéntrico.
Por último, si se acepta que los extraterrestres tienen pecado original, pero que Dios encarnó en su mundo, para asegurar su salvación, entonces se estaría violando la integridad del mensaje cristiano original. La idea de múltiples encarnaciones no me parece descabellada, de hecho, algo parecido postula la doctrina de los avatares en el hinduismo. Pero, el credo cristiano es muy claro: Jesucristo es el único Hijo de Dios. Así, al menos, ha quedado proclamado en el credo apostólico, el de Nicea, y otros que han definido la doctrina cristiana. Allí donde los hindúes están dispuestos a admitir que Cristo es un avatar, los cristianos no están dispuestos a admitir que Rama o Krishna son encarnaciones de Dios, y por extensión, tampoco aceptarían que E.T. sea la encarnación de Dios en Marte.”

Fácil entender, entonces, la problemática mística a la que están abocadas todas estas pseudo religiones, no obstante Jesús, jamás hubiese hablado de religiones.

¿Qué Pensar al respecto? No es posible negar la existencia de vida en otras galaxias del infinito Universo. Tampoco negar la plena certeza de la vida mental en ellas. En absoluto restaría importancia a la humanización en Jesús, porque en otros mundos se daría, también, la transferencia o proyección cósmica, no a Jesús, sino a los seres habitantes de tales galaxias, en uno de ellos, que habría de realizar las acciones de su competencia, como el Dios o como se llamase, de orden cósmico, acéptese celestial, que asumiese materialidad propia del espacio y contexto que le correspondiese.

Con el objeto de acatar algunos comentarios al respecto de las religiones traigo a esta reflexión, uno de un excelente poeta, a quien he denominado “el poeta de las Baladas”  

“EDUARDO BUENAVENTURA ORBES ORBES siempre existió, sólo que la religión adoptó un dios creado en la edad de bronce, acomodado en el renacimiento, ajustado por los romanos e implantado por la vía más infame como fue la inquisición. Hoy sigue programándose al humano cristiano desde la infancia, en la escuela, con la complicidad de padres, profesores, y reclutados cuando se carece de uso de la razón”.

Es una observación de tipo histórico que bien puede evidenciar la alienación a la que los pueblos, a través de la Historia, han sido sometidos. Jesús hizo siempre referencia a la situación de inmoralidad vivida, a través de los tiempos, con mayor razón si Él fue el principio y origen de la ÉTICA Y DE LA MORAL.

El texto que sigue evidencia con lógica lo planteado:

“En los últimos años se ha dicho mucho de Jesucristo hombre, pero se ha hablado poco sobre Jesús Celestial, y sobre la misión iniciática más grande de todos los tiempos que se haya realizado sobre la tierra. Muchos grandes Avatares y Maestros que se manifestaron a lo largo de la historia por diversos lugares del mundo, dejaron una enseñanza espiritual que sirvió para revalorizar la fe y rehacer de nuevo el camino espiritual. Lamentablemente eran constantemente rechazadas por las normas morales en decadencia de sociedades que caminaban hacia su propia involución espiritual. Las religiones de turno y corruptos gobiernos, generalmente obstaculizaban y callaban los mensajes de todos aquellos seres espirituales que expresaban la paz, el amor y la misericordia. Por lo mismo, hace dos mil años, Jesús y sus discípulos, sufrieron persecuciones a su paso por este mundo. Los primeros que siguieron a Jesucristo, fueron Hombres hechos y derechos, que dedicaron su vida por los demás sin pedir nada a cambio. Sólo el amor, la fuerza y la fe que depositaron los Apóstoles en el solitario y divino maestro, fue lo que hizo perdurar y salvaguardar hasta nuestros días algo de esta historia inmortal. Lamentablemente, también en nuestros días estos nobles seres, serían perseguidos para silenciarlos y quitarlos del medio para que no desenmascaren el circo montado por los Caifas y Pilatos de nuestra época. Cuando Jesús se refería en colocar el vino nuevo en odres nuevos, estaba haciendo referencia en que, para recibir las nuevas enseñanzas que él pronunciaba (el vino nuevo), se necesitaba una mente nueva y abierta (odres nuevos), ya que las nuevas enseñanzas depositadas en mentes contaminadas (odres viejos), serían contraproducentes para la sociedad, y por ello, Él aconsejaba enfáticamente a no arrojar perlas (el conocimiento) a los cerdos (hipócritas y fariseos).

Muchos maestros han entregado la enseñanza a la humanidad, y al maestro Jesús le tocó representar el Drama Cósmico sobre la tierra.

Cuando Jesús decía ". Si al deciros cosas de la tierra no creéis, "¿Cómo vais a creer si os digo cosas del cielo?"(Jn.3.12). Jesús sabía que la mayoría de la gente común no estaba preparada aún para recibir el mensaje superior, y por eso hablaba en parábolas, para que aún escuchándole, no le entendieran el místico mensaje, que solo era en su aspecto más elevado, para aquellos iniciados que tenían oídos para oír (entendimiento superior).

El drama cósmico, representa el nacimiento de la fuerza crística dentro del Hombre que ha llegado a los albores de la iluminación. Aquel que encarnaba la energía Crística dentro de sí, incorporaba la fuerza de la vida, el poder y la sabiduría del cosmos. Cuando un hombre asimila la fuerza crística en lo físico, en lo psicológico y en lo espiritual, sé Cristifica. La viva representación del maestro Jesús desde su nacimiento hasta la ascensión, nos muestra lo que realmente vive interiormente el iniciado, en la última etapa del camino hacia la liberación, pero para esto, el iniciado debe estar preparado para recibir la poderosa energía crística”.

El mismo Jesús se ha encargado de aceptar su drama cósmico sobre la tierra, teniendo en cuenta que el ser humano aún no está capacitado para la interpretación de mundos superiores. No es equivocado, entonces, finalmente, entender la existencia vital en otros mundos cósmicos y las posibilidades de seres cósmicos corporeizados de conformidad con las estructuras integrales de entes existentes.

Es necesario agregar a esta reflexión que la situación de dominio, opresión, exclusión, desigualdad, dependencia de oligarquías e Imperios, injusticia, carencia de moral y ética de quienes gobiernan, carencia de educación y de salud y muchas más negatividades, todavía existen en muchos pueblos del mundo.

De allí que en otras reflexiones hubiese planteado la urgencia de entender una ideología que comprenda los valores Jesuséanos, Marxistas y Leninistas.


JUSAVÍ.
Chachagüí, 7 de Diciembre del 2014.



No hay comentarios:

Publicar un comentario