EL PÁRAMO DE LA CAMPANA
Refieren
los mayores que por allá cerca de esas altas lomas, cerca de Cunchila, pasaban
unos recueros, llevando, a lomo de mula, una campana, seguramente para alguna
iglesia de Pasto.
Cuentan
que por allí fue el camino viejo de viajar al Ecuador y los arrieros que le
cuento, venían de Quito, transportando, entre otras cosas, la campana.
Los
desfiladeros son enormes y peligrosos. Una de las mulas se cayó y rodó al fondo
de la espesa montaña, llevándose también la campana. Ninguno se sintió capaz de
bajar y recuperarla. Esto era imposible y ahí se quedó para siempre.
Muchas
gentes de la región cuentan que cada año, el viernes santo, a las tres de la
tarde, se escucha el tilín, talán, de la campana, recordando que a esa misma
hora murió nuestro Señor en el Calvario.
JUSAVÍ.
Chachagüí,
10 de Mayo del 2014.
Informante:
Celso Saavedra. Vereda Cunchila de Ospina.
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