Profundos sarcófagos de mi vida
Permitidme observar el infinito cosmos
Y desde la perenne permanencia del Universo,
Impedir la muerte eterna del espíritu.
Frente a floridos rosales de mi estancia,
Contemplo la lejanía del hermoso ocaso.
Y entre el múltiple colorido que se ausenta
Retorno al sarcófago que me hiere.
Quizá el mañana diamantino me forje
Una nueva ilusión, otra esperanza,
Contemplando nuevamente la vida,
Para vivir eternamente con mi espíritu.
Naturaleza grandiosa de mi psiquis,
Abandonarme sería olvidar que yo existo
Y entre tumbas pretender quizá olvidarme,
Sin las flores exóticas de mi entorno.
JULIO ERNESTO SALAS VITERI.
CHACHAGÜÍ,
20 DE SEPTIEMBRE DE 2012
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