COTIDIANIDAD EN EL CAMPO
Los días transcurren, a veces tranquilos,
En otros, plenos y soleados de verano,
La soledad invita a reflexionar y a
Meditar en futuro como fiel eternidad.
El cultivo tierno, dulce y cariñoso, de la
Campiña, cuyas plantas, verdes y floridas,
Denotan el amor y dulzura tierna de la vida
Que resplandece por la mano ágil de la Diva.
Helechos, plantas exóticas y hermosas
Acarician la ansiedad de sus retoños,
Que con alegría y plenos de esperanzas,
Llegan en sus días de descanso merecido.
Unos ríen, cantan y juegan armoniosos,
Otros sueñan y bendicen su progenie,
Seguros del
tierno hogar que los acoge
Y ampara quizá en la tristeza del trabajo.
El final de los días, lento se aproxima
Y en los ojos ávidos y tristes de los padres
Las lágrimas se asoman dolorosas
Porque al término la visita ha llegado.
JULIO ERNESTO SALAS VITERI
Chachaguí, 1 de Septiembre de 2009
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