SOLAMENTE LA
MUJER
Aparentemente tan intangible,
se acuesta a mi lado y me dice,
la luz del Sol ya está alumbrando,
deja que siga soñando, no estoy vivo.
Un insignificante luminaria de cera,
absorbe los encantos de mi sueño,
trastorna mi existencia de vida,
mostrándome un nuevo triste día.
La noche fue hermosa porque no la sentí,
los dulces encuentros de féminas bellas,
consentían, no solo mi cuerpo, eran preciosas,
recorrían mi cuerpo, como nunca antes sentí.
De ser la muerte como un sueño la espero,
desde tempranas horas en mi espacio,
quiero quizá vivir soñando a morir viviendo,
todo es dulce junto a una mujer verdadera.
Tal vez más hombre, cuando recibe encantos,
de mujeres sinceras, tiernas y esbeltas,
parecen figuras artísticas de nobeles pintores,
que cubren cuerpos ansiosos de amor.
Del amor que incansablemente buscaron,
y que jamás arribó a sus vidas con la caricia,
la tierna caricia del ser más preciado,
del ser que el infinito tornó lo más grandioso.
JUSAVÍ.
Chachagüí, 10 de Enero del 2015.
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