NUNCA VOLVER



     NUNCA VOLVER


Con el atardecer soleado,
el horizonte me llama,
es de occidente donde está la cuna,
de quien tanto amara.

No existe razón ya,
de volver y quizá sufrir,
el otro horizonte es oriente,
donde el calor nace.

Su iluminación y sus montañas,
envenenan el espíritu de aventura,
allí estoy, pronto terminaré.

Segunda novela de mi vida,
aireada de lluvia y de sol,
oxigenada en la profundad de la selva.

JUSAVÍ.
Chachagüí, 29 de Enero del 2015.




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