S I E M P R E S O B RE T O D O
V I V I R
Muchas y tantas veces parece que la
esperanza muere,
Sólo la fortaleza de un espíritu noble,
reivindicándose,
Enfrenta el dolor de quienes sus debilidades atacan
Y parece que se precian de la imposición de su sinrazón.
Cuando los años pasan todos se permiten
señalarnos,
Expresando su repudio por errores
humanos cometidos,
Negando la posibilidad de una vida que,
a plenitud,
Pretendemos vivirla con satisfaciente armoniosidad.
La sabiduría de los años vividos con
intensa vitalidad,
No oscurece la luz intensa del Sol del
más bendito cielo,
Y Explica en el ser su mandato de
luminosidad perenne,
Agregando a la grandeza de los años la
feliz eternidad.
La transformación se arraiga como la
naturaleza grata,
Revive con esplendor de noches cósmicas
estrelladas,
Y fecunda pro permanencia la tierra
siempre floreciente,
Hasta el confín de los ocasos aparentes
del horizonte.
Su verdor, su brillantez, sus múltiples
y hermosos coloridos,
Invitan a caminar por el sendero de
bellas rosas espinosas,
Pero grandiosas, volcando espinas sobre
el corazón dolido,
Como profunda muestra del acontecer
jamás interminable.
JUSAVÍ.
Chachagüí, 23 de Julio de 2013.
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