¿P R E M E D I T A C I
Ó N C R I M I N A L?
Algunos años habían transcurrido desde los últimos acontecimientos en que la agraciada dama, aparentemente muy
eficiente en sus labores, como Secretaria Ejecutiva, en aquella empresa, no muy
grande, pero eficiente en la prestación de servicios a sus afiliados. Entonces
contaba, aproximadamente, con 35 años de edad, quizá más, quizá menos, mas
denotaba juventud e inteligencia que, aparentemente, hacían pensar y hace pensar que estaba,
psicológicamente, llamada a acciones que
pudieran perjudicar a la Institución y consiguientemente a la Sociedad. No
obstante para observar esta actitud era necesario conocer, no solamente de sus
aptitudes, sino de su comportamiento delincuencial que, en algún momento de su
breve historia, pudieran presentarse.
Su jefe, incluso, aunque huraño y de vez en cuando agrio, aparentaba,
también, inteligencia y dinamismo; nunca se pudo analizar que estuviese en condiciones de cometer alguna acción que se
integrara en el contexto de la criminalidad, cualquiera que esta fuese.
Entonces, consecuentemente, la marcha de
la Entidad, sin lugar a dudas, para el
común de los afiliados y de los lugareños de una región tan estimada y admirada
por propios y foráneos, transcurría cotidianamente normal y feliz.
Tantas apreciaciones, consideraciones y reflexiones que es posible intuir
de los estudios de las Ciencias
Psicológicas y de sus múltiples ramas, en ocasiones, confunden a quienes
más versados se manifiestan en sus temáticas, en sus asuntos, y en no pocas
ocasiones y eventualidades los científicos de las conductas y comportamientos
humanos: Psiquiatras, Psicoanalistas y hasta los mismos Psicólogos, son
calificados de locos por los legos en tan complejas disciplinas. Quizá
Segismundo Freud, a través de sus prácticas, amén de exámenes lingüísticos y
multiplicidad de métodos; su hija Ana,
en sus Mecanismos de Defensa, por ejemplo,
ya intuyeron o futurizaron estas deficiencias del género humano En fin, estos existen y prestan ayuda, muchas
veces muy eficaz, para quienes, de una u
otra manera, tristemente han desproporcionado su integridad Psico-somática en
su existencia, tantas veces consecuente con la injusta desigualdad y vida
propensa a los sinnúmero desórdenes
vivenciales en las regiones de Estados fincados en la prioridad del Capital por
encima del Recurso Humano. No obstante estas ya expresas vivencias incidentes
indiscutiblemente en la humanidad, si se quiere más particular en Colombia, los
doctos profesionales de las Ciencias susodichas, perfeccionan su acción en los
espacios de la problemática. Habría que establecer si los doctos de la Jurídica
califican de punitivas las variables conductuales o de comportamiento delictivo
en ejercicio defensivo de quienes cayeron en desgracia, evidentemente acorde
con Estados de Injusticia Social.
¿Treinta millones $30.000.000.oo? ¿tiene significación para todos? Claro
que sí, mas depende de quien se trate. Para una Empresa del alto poder de
Capital, desde luego que no mucho, pero de todos modos es dinero; para una
pequeña empresa y, con mayor razón que preste servicios de asistencia económica
para sus socios, indudablemente que sí;
para una persona natural y funcionaria de esta es un valor que mucho desearía
tener. Pero, ¿cómo? E allí el interrogante. Sería posible hurtándolo de tal
manera que no queden indicios del delito. Así fue y la investigación no obtuvo
resultados que pudiesen culpar a la protagonista del relato, tampoco a su jefe.
La determinación, de conformidad, seguramente con los reglamentos internos, dar
por cancelado el contrato de la Secretaria Ejecutiva y ascender, en otro
espacio al jefe, para tener la oportunidad de recuperar el Capital, por
cuotas, y no ha pasado nada en
absoluto. La investigación que, en
principio, se realizó no ha conducido a nada No hay como saberlo mientras no
exista quien se ocupe de oficio de ella o in-existiendo perjudicado que
acelerase el proceso.
Todo en regla, la susodicha funcionaria, sin dificultad alguna consiguió
un cargo, quizá de importancia, en una
Entidad del Estado que más adelante pudiese ser otro espacio de comisión de sus
intereses. Hábil, inteligente y en procura del mejor estado de su hogar, inició
los trámites ocultos tendientes a
mejorar aún más, como ya era demostrable físicamente, en los haberes de la región y otros tantos
deseos de superación.
Aparentemente una gran seductora, no obstante su estado matrimonial e hijos, inició su labor con un rico, quizá
no mucho, de la región. Llegado el momento de la acción, sin tener en cuenta la
hora, penetró su residencia y procedió de conformidad con sus planes, tal como
se analizaron presuntamente, los acontecimientos del crimen, horrendo crimen,
calificable, por la premeditación, las evidencias y antecedentes, de asesinato.
El extinto tenía por costumbre merendar en casa de su hija a las 7.30 pm.
Algo antes o menos, variables, para este caso, muy importantes. En vista de que no llegaba a casa a la hora
de la comida, su yerno, un agente de Policía pensionado y conocedor de muchas
problemáticas de su campo, preocupado, llamó varias veces por celular a su
suegro y no obtuvo respuesta alguna. Decidió ir hasta su casa de él y con
suposiciones, propias para la eventualidad, observó, desde la ventana, con
interés, notando con extrañeza irregularidades que comprometían aún más su
supuesto. En tal virtud, hombre experimentado, llamó a una señora del
vecindario para que lo acompañara a ingresar a la residencia por la fuerza.
Rompió una ventana que le permitió entrar,
junto a la vecina, hasta el segundo piso; allí, con una almohada sobre
el rostro, una jeringa y un bolso, conteniendo una suma de $2.000.000.oo, millones, sobre
la cama, yacía su suegro totalmente muerto, pero aún caliente. El desconcierto,
como es de suponerse, fue enorme; sin embargo, el caminar y mirar, de un lado
para otro, en la alcoba del muerto, hizo que tropezara con una bota de mujer
que sobresalía de la parte baja de la cama. Haló y apareció la hábil
funcionaria de la Entidad de Gobierno notablemente asustada; la tomó de los
cabellos y le preguntó: ¿Qué haces aquí? Estaba realizando una encuesta. ¿Quién
te la ordenó? El gerente del Banco,
respondió. ¿Y esos guantes, los tenía puestos? No supo responder ¿El
bolso, la jeringa? Tampoco.
Se dice, en la población, que la
Institución Bancaria hablaba de un desfalco de $22.000.000.oo millones, de una
tarjeta débito que su beneficiario nunca reclamó personalmente. Tal vez del asesinado. La realidad es que la Dama en cuestión fue
apresada, los indicios eran de evidente punibilidad.
JUSAVÍ.
Chachagüí, 1 de Abril de 2013.
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