COPA ROTA

               COPA ROTA

Intento todos los días llenar mi copa,

porque mucho tiempo ha estado vacía,

en vano consigo hacerlo y pronto,

muy pronto, la tengo vacía.

Insisto a cada instancia de los recuerdos,

soberanos y libres, ajenos a la maldad,

pero los interrumpe el tiempo y el camino;

todo termina y el ocaso se muestra,

hermoso, luminoso, florido en el horizonte.

Todo pasa plantea el común denominador

y todo llega dice el pensador del sendero,

avanzando por los caminos de la vida,

iluminados siempre por el Astro Rey en el día,

por la luz de la estrellas en las brillantes noches

y por la candidez titilante de la Luna.

Brilla el pensamiento con espíritu emprendedor,

trasciende la grandeza de alma toda acción,

esperanza, ilusiones, nostalgias y añoranzas

y traslada la vitalidad del ser a otros espacios,

espacios integradores de voluntad y disciplina.

Continúa la vida, la muerte no avanza,

la copa no cae, la copa no se rompe,

es preciso llenarla siempre mientras el ocaso,

allá en el horizonte no nos llame

y de suceder así habrá que morir

para volver a vivir, vivir en la eternidad.

JUSAVÍ.

Chachagüí, 24 de junio del 2015.