BUSCANDO MÍ SENDERO
Desde
el infinito cosmos donde more tu espíritu,
conduce
Señor el sendero luminoso que me guíe,
la
estrella brillante que me alumbre todos los días
que
me enseñe el camino próvido que seguir.
Desde
la cotidianidad permanente de esperanza,
ofrecedme
la ruta, no obstante sea espinosa,
pero
plena de rosas de los más bellos jardines,
que
horaden mi pecho sangrante de necesidad.
Desde
la inmensidad de una plena eternidad,
llévame
de la mano y posee pronto mi corazón,
que
intento siempre sea solamente tu regazo.
Desde
la magnánima ternura de tus enseñanzas,
recorre
por siempre todo mi tan debilitado ego
y
fortalece infinitamente mi querer deber ser.
JUSAVÍ.
Chachagüí,
18 de Enero de 2014.
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