K A R L I T A.
Recorriendo
los caminos veredales
De
Medina Espejo,
Observé
angustiado una hermosa niña,
Que
con dificultad caminaba los senderos,
Del
inhóspito lugar entre montañas,
A
sol y agua acostumbrada
Y
sin esperanza alguna pro vivencias
Que
tornaran otro mundo de ilusiones,
Hacia
una justa vida meritoria.
Cinco
añitos o quizá más,
Vestida
de harapos y mugrienta,
Con
ternura sonriente nos miraba,
Inspirando
dolor y protección,
Hacia
una nueva cuna
De
inocentes sueños,
Sin
saber que vivir significaba,
Cambiar
el estado del espíritu,
Porque
su psiquis de retardo muy notario,
Impedían
la comprensión de su realidad.
Solícitos
la llamamos y con amor,
La
hicimos nuestra criada hija,
Que
hoy plena de cotidiana felicitad,
Es
la dulce amada de sus hermanas
Y
mecánicamente responde a sus labores,
Con
eficiencia, honradez y fiel naturalidad,
No
obstante haber sido víctima de malvados,
Que
dos hijos le dejaron:
Uno
lejanamente ausente y adoptado,
Otra
hermosamente nuestra hija,
Plena
de futuros sueños que realizar
Y
amada como nadie por sus padres,
Que
orgullosos siempre la admiramos
Y
miramos en ella la solidaridad del ser,
Que
empeña su vida por triunfar.
Hoy
Carlita con 38 años, feliz vive su mundo
Y
jamás quiere morir porque en el cielo vive
Y
jamás nunca nadie ofenderá,
Su
tierna, dulce y grata inocencia.
JUSAVÍ.
Chachagüí,
3 de Diciembre de 2013.
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