AL FINALIZAR EL AÑO



           AL FINALIZAR EL AÑO


El año dos mil catorce avanza a su final,
dejando solamente dolor físico y espiritual,
los golpes afectaron la vital integridad,
que sólo la voluntad ha podido vencer.
Mas no faltaron los días claros y soleados,
atemperando los cuerpos y los caminos,
los lluviosos tristes, intensos a veces,
alegrando las plantas en los campos y jardines.
El agua de naturaleza lluvia reviviendo las flores,
de las rosas, claveles, dalias, jazmines y más,
extractó sus perfumes y contagió de sabores,
los hogares, de todos los extractos, finalmente.
Pero nada de la naturaleza soberana subsiste,
el dolor continúa también en los campos,
el pueblo conformista se ha vuelto masoquista,
y no lucha, ha perdido la esperanza de surgir.
El interés personal por el cambio se ha perdido,
parece que el dolor se mantiene como rito,
desapareciendo la naturaleza humana de la lucha,
cae el pueblo en el estoicismo sin paliar su pena.
Definitivamente alienado por quien ejerce el poder,
por su misma acción agresiva, sufre la pena de vivir,
en ostracismo condicionado y limitado de existencia,
hasta que pronto llegue la pena de despreciado morir.
JUSAVÍ.
Chachagüí, 24 de Noviembre del 2014.           

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