CAMINO SEÑALADO.
A la luz de la luna reaparece una
ilusión,
una dulce ilusión plena de
esperanzas,
que abriga instancias de dolor del
espíritu,
que reanima la vida a su
continuidad.
Es sólo el impulso de un débil
corazón,
que se niega a afrontar
circunstancias,
que invitan a caminar un nuevo
sendero,
aquel que el destino le ha
determinado.
Esta tierna ilusión representa la
fuerza,
de quien nunca habría de perder en
la vida,
de quien siente la fortaleza del
alma,
de quien jamás perecerá en sus
intentos.
Vivir no es otra cosa que saber
caminar,
la ruta que el universo le señaló
certero,
para no caer bajo el fondo
inhumano,
de morir sin jamás siquiera haber
vivido.
JUSAVÍ.
CHAHCHAGÛÍ, 3 DE JULIO DEL 2014.
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