DÍA DEL PADRE.




   
              DÍA DEL PADRE



Dedicado a la memoria de
            LUCIO ENRIQUE SALAS CAICEDO



Su trascendencia no es una utopía,
cuando la grandeza de espíritu,
la grandeza de moral y de ética,
se confunden en un solo hombre.

Nació para trabajar y vivir amando,
nació para comportar ideales,
ideales de construcción de espíritu,
ideales de fundamentación de hogar.

Jamás fue mísero, menos mezquino,
vivió para repartir todo al pobre,
vivió para ofrendar capacidad social,
vivió para forjar aprendizaje.

Aprendieron sus hijos a amar,
a respetar, a triunfar, también a llorar,
aprendieron sus nietos a no olvidar,
aprendieron a saber quiénes son.

La vida no fue fácil, era necesario,
la dificultad era su gran pedestal,
el triunfo no vive en el facilismo,
el triunfo se forja en la dificultad.

Murió como incomparable triunfador,
como el mejor padre de la Historia,
murió sólo físicamente de cuerpo,
de espíritu y alma sigue viviendo.




JUSAVÍ.

CHACHAGÜÍ, 21 DE JUNIO DEL 2014.


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