DESPRECIADO.



                DESPRECIADO


Instancias dolorosas agitan el espíritu,
superando la grandeza del Alma Fuerte,
“del clavo enmohecido, que ya viejo y
vuelve a ser clavo” y no se inmola.

Sin lograr el perdón del Padre Nuestro,
“perdona nuestras ofensas como nosotros
perdonamos a quienes nos ofenden,
la fortaleza sin el perdón claudicante.

Bajo cielos estrellados de noches solitarias,
una hermosa nube recorre las distancias,
aprisionando la brisa refrescante,
horadando con fuego la integridad del alma.

Sólo basta recorrer el camino señalado,
procurando alcanzar la meta del olvido,
en los recónditos espacios de la muerte,
retornando nuevamente al cielo del espíritu.

JUSAVÍ.
Chachagüí, 19 de Octubre del 2014.






  

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